Entidades de gestión de los derechos audiovisuales: ¡Cómo está el panorama!

Estimados amigos/seguidores/lectores ocasionales:

No queremos despedir el año sin compartir con vosotros una última cosita.
En estos tiempos navideños, más que quizá en cualquier otra época del año se consume mucho material audio-visual, además de alimenticio. Se regalan bastantes libros, películas y discos y ante esto se nos plantea una duda; ¿qué cantidad de dinero reciben realmente los autores/productores de éstas obras?

Actualmente en nuestro país existen diferentes organizaciones ‘sin ánimo de lucro’ como son; SGAE, AGEDI, AIE, AISGE, CEDRO, EGEDA,VEGAP ó DAMA.
Para que no sean sólo siglas, éstas entidades se encargan de recaudar las cantidades pertinentes por la adquisición y/o reproducción de los contenidos creados. Lo que las diferencia es que unas se centran más en producciones impresas, otras en musicales y otras audiovisuales. Ante esto nos asaltan varias preguntas, ¿son necesarias todas éstas entidades (mas las que no hemos nombrado) para realizar esta tarea? ¿realmente cumplen su función? ¿cómo funcionan exactamente?

A grandes rasgos, un autor/productor deposita su obra en una de éstas entidades, y cada vez que se contrate su uso éste recibirá una cantidad acordada. Pero ¿cómo controlar esto? Hoy día vivimos en un mundo en el que prácticamente tenemos acceso a cualquier contenido a golpe de click. No estamos exponiendo que no haya nadie que pague, lo que cuestionamos es si esto es verdaderamente rentable y de qué manera se lleva a cabo.

Desde hace no mucho, en nuestro país existe un gran revuelo acerca de la ley Sinde, el cierre de webs y el derribo a la piratería, ¿pero enserio creemos que tomando éstas medidas evitaremos que se sigan realizando copias y descargas ilegales? Mientras exista una sola persona que introduzca una cámara de video en una sala de cine, acerque una grabadora a una radio o fotocopie mas del 10% de un libro existirá la posibilidad de su difusión ilegal. ¿No es más fácil llegar a un acuerdo?.

Nosotros, desde nuestra modesta opinión, abogamos por medidas como abaratar el precio de los soportes o un acceso más fácil, aunque no creemos que exista nada más cómodo que encontrar lo que uno busca en la red, desde su casa, desde su sofá. Por ello, no somos sociólogos ni pretendemos cambiar el mundo, pero si sabemos dudar del modelo existente y lo hacemos.

Pedimos algo más que unas organizaciones que sacan dinero por todo y que no tenemos muy claro si lo hacen llegar íntegro a quien le pertenece. Más control y más transparencia para que todos sigamos disfrutando, porque esto es cultura, y sin cultura no somos nada.

Un saludo de vuestros amigos fieles: Aby & Coco.

Cómo hacer Webcasting

Hola Aby!

Me pareció muy interesante el artículo que perreaste sobre el taller digital de la UA y me puse a investigar. En mi búsqueda encontré un término que me pareció muy interesante: WEBCAST.
A primera vista, pensé que era hacer cástings en internet, muy canina la idea, pero descubrí que esto no era exactamente así.
El Webcasting es el envío de audio y/o vídeo en vivo a través de Internet, (similar a una transmisión de radio o televisión).
El concepto nace de las palabras web (World Wide Web) y broadcast (difusión, transmisión de información de un emisor a múltiples receptores de manera simultánea.)
Rastreando sobre el tema encontré un video donde explican cómo hacer webcasting, en este caso un programa de radio desde un ordenador personal. En tán solo 9 minutos hace una exposición clara y concisa sobre el tema, aquí te dejo el enlace para que lo olfatees.

Esto abre la veda a infinidad de posibilidades. Ya no sólo la creación de programas de radio para insertar según horario sino que esto permite ir mucho más allá. En cuanto a tendencias, creemos que es la didáctica del futuro.
Imaginamos un mañana en el que el profesor y la docencia presencial con horario establecido desparezca. Mediante el webcast el alumno puede elegir el momento y lugar más apropiados para la reproducción de las cápsulas temáticas. Esto es idóneo para trabajadores o alumnos que no residan en el mismo territorio, posibilitando el aprendizaje colaborativo mediante feedback por tutoría virtual. Alumno y profesor únicamente coincidirían el día de exámen, para el que sí se exigiría la presencialidad en la universidad o centro dónde se cursen los estudios.

¿Te parece guauy? ¡Me merezco un súperhueso!

Coco.